martes, 4 de marzo de 2008

El lavado de manos (científico).

Hace unos días leí en una revista que la tradicional imagen del médico con su bata estaba en el trance de poder desaparecer en El Reino Unido... Bueno, yo pensé que sería por tener un trato más cercano con el paciente, empatizar con éste, eliminar la barrera del uniforme... Pues no.

¿Cual es el motivo? La propagación de enfermedades infecciosas a través de las batas, más concretamente de sus mangas y puños.

Vale, lo primero que se viene a la cabeza, es que ¡estos médicos son unos guarros! ¡Pero mira qué cómo me lleváis esas batas! ¿Desde cuándo no las echamos a la lavadora? ¡A ver si frotamos más esos puños!

Y es cierto que por estas tierras, alejadas de la Pérfida Albión, también se ve cada bata y cada pijama...

Y no es ninguna tontería lo de la transmisión de enfermedades. En el número 1.678 de la Revista Jano (enero 2008), Medicina y Humanidades (www.jano.es), hay un artículo titulado "Impacto del lavado de manos en la transmisión de las infecciones", donde se entresacan muchos datos reveladores. Entre otras cosas, se puede lever en el artículo: "El lavado de manos es un 'secreto' de más de 160 años para reducir las infecciones (...) es la medida higiénica más efectiva para prevenir infecciones hospitalarias (...) sin embargo, a pesar de estas claras evidencias, muchos estudios muestran que el lavado de manos es insuficiente en el personal sanitario (...)"

Se supone que, a estas alturas, ya debe ser de cajón lavarse las manos.

Hala, a lavarse las manos con agua y jabón, o mejor aún, con soluciones hidroalcohólicas (con lo que ahorras tiempo), entre paciente y paciente, antes y después de comer, al ir al servicio... Y siempre que te las veas sucias!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario...