Concierto en el Teatro Cervantes, ayer, lunes por la tarde, 20:30 h., en muy buena compañía.
Tindersticks. Casi sin haber oído nada antes de este grupo británico, que ya cuenta con un montón de años y música a su espalda, alguien me dijo, "son muy tristes". Pero esa no es la definición. Son emocionantes, melancólicos, épicos, románticos, vibrantes, intensos.
Te transmiten emoción en cada tema, desde los lentos y medios tiempos, con sus cambios de ritmo y sus solos, a los temas más animados y ruidosos, demostrando que lo saben hacer muy bien.
Y envolviéndolo todo, llenando toda la sala, la voz grave de su gran cantante Stuart Staples, (que impresiona sobre el escenario con su pelo canoso y esas sideburns plateadas...).
Bravo.
Tindersticks. Casi sin haber oído nada antes de este grupo británico, que ya cuenta con un montón de años y música a su espalda, alguien me dijo, "son muy tristes". Pero esa no es la definición. Son emocionantes, melancólicos, épicos, románticos, vibrantes, intensos.
Te transmiten emoción en cada tema, desde los lentos y medios tiempos, con sus cambios de ritmo y sus solos, a los temas más animados y ruidosos, demostrando que lo saben hacer muy bien.
Y envolviéndolo todo, llenando toda la sala, la voz grave de su gran cantante Stuart Staples, (que impresiona sobre el escenario con su pelo canoso y esas sideburns plateadas...).
Bravo.
una atmósfera deliciosa: ese rojo y ese viola que envolvían la silueta elegante de los tindersticks y su música que acunaba la fila 8 del patio de butacas, donde dejamos por unas horas pasar nuestros pesares.
ResponderEliminarTindersticks y Rafa. Y Ale. Y Salvi. Y Mario.
Mejor imposible.
... ¡Ah! Y esa atmósfera... y esa fila 8... Sí, mejor, imposible.
ResponderEliminar¡¡Hola Mamen!! Pues sí, cierto aire a Leonard Cohen... Buen oído, ha sido comparado con Leonard Cohen... oscuro romanticismo.
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